Por
Bruno Pedro De Alto
Dos
conceptos y un enlace.
Nuestras discusiones sobre qué país queremos, pocas veces
ahondan sobre el sistema de generación de riqueza necesario para sostener ese
país deseado. Por lo tanto, dichos deseos de país anhelado no pueden
concretarse. No resulta muy serio afirmar que hay “distribuir mejor para seguir
creciendo”, en un Proyecto Nacional, crecimiento y distribución son procesos
simultáneos y virtuosos. Es evidente que Argentina ha estado creciendo a partir
del denominado Modelo de Desarrollo con Inclusión,
pero no logra romper algunas barreras de origen estructural pues se crece en
base a una económica concentrada que tiene control sobre el nivel de precios y
salarios; con fragmentación y desarticulación de la estructura industrial que
no permite crear empleos en cantidad y calidad acordes a las expectativas que
genera el mismo Modelo: pareciera que la inclusión no trae necesariamente
igualdad. Hay que decir que si no se producen cambios estructurales, corremos
el riesgo de sostener una pobreza con contención pero sin futuro de ascenso
social en el mejor de los casos. Sin cambios estructurales, la sartén la siguen
teniendo por fuera del Proyecto Nacional.
Con Proyecto Nacional estoy resumiendo
dos conceptos y un enlace. El primer concepto ordenador es el de inclusión: es
decir la preeminencia de los derechos de los habitantes de un país y la
distribución de la riqueza de manera equitativa entre ellos; y el segundo
concepto ordenador es la planificación, el desarrollo y control nacional de los
recursos productivos, en una magnitud que cubra y supere les expectativas y
necesidades de dicha inclusión.
El enlace es la política. Lo que hace que exista una correspondencia y una interacción positiva entre ambos conceptos. La política detecta las necesidades de la sociedad, las comprende y le da entidad de derechos a su solución y pone en marcha un formidable conjunto de dispositivos legales, culturales, administrativos y organizacionales, y económicos para que esos derechos sean universales y sustentables. La política, celosa de esa universalidad y sustentabilidad, necesita de recursos económicos fiables al Proyecto. Necesita de un sistema productivo gobernable y capaz de esa fiabilidad. Evidentemente, como este Proyecto nace y vuelve haciendo centro en los derechos del conjunto de habitantes de un país, es entonces un Proyecto Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario