Primero en la fila
escrito por Bruno Pedro De Alto, el 17 de marzo de 2005
Sin embargo, esta noche confirmo mis sospechas. Se llega definitivamente a ser hombre - grande - adulto, cuando se te terminan de morir tus viejos y te quedás primero en la fila.
Anoche, a las 23:05 falleció mi mamá, la nonna Rosalía, a los 85 años.
Su vida fué medio triste, pero los nietos llegaron para alegrarla algo. Y el pequeño Donato de 5 meses, llegó también para eso: sacarle algunas sonrisas en los últimos momentos.
Pero ya se fué, a buscarlo al viejo Michele para pelearlo como lo hizo siempre. Y a lo mejor, para regresar a su casa natal en Altamura, Bari, Italia; que tanto nombró en sus últimos días.
Me quedé medio solo, al frente de la fila. Por detrás vienen los hijos que nos miran y preguntan ¿adonde vamos?
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